CONSECUENCIAS DE CONDUCIR CON UNA TASA DE ALCOHOL ELEVADA
Todos sabemos que es peligroso conducir con una tasa de alcohol elevada, pero ¿somos realmente conscientes de las consecuencias?
Cuando se trata de conducir después de haber consumido alcohol, si la tasa de alcoholemia es superior a la permitida, los peligros se multiplican.
Las tasas establecidas en España actualmente son las siguientes:
- 0,25 mg/litro en aire espirado ó 0,5 g/litro en sangre.
- 0,15 mg/litro en aire espirado ó 0,25 g/litro de sangre para conductores nóveles y profesionales.
El consumo de alcohol puede generar cansancio, somnolencia, pérdida de atención, etc. Disminuyendo por tanto la capacidad de reacción, los reflejos, e incrementando el tiempo de respuesta ante cualquier obstáculo o alteración del tráfico. Sin duda, las probabilidades de que tengamos un accidente se multiplican alarmantemente.
Aproximadamente el 33% de los accidentes con víctimas mortales en España son provocados por conductores que dan positivo en la prueba de alcoholemia. El alcohol es uno de los primeros causantes de accidentalidad, sobre todo entre los jóvenes. No podemos olvidar que muchas personas sufren lesiones irreversibles y quedan en sillas de ruedas tras un accidente de tráfico provocado por el consumo de alcohol.
Por eso, debemos ser conscientes de todos los peligros que supone ponerse al volante tras haber bebido alcohol, y posteriormente actuar con responsabilidad. Si bebemos, debemos dejar que se pasen los efectos del alcohol antes de conducir. ¿Cuántas veces hemos oído “estoy bien”, “yo controlo”, etc.? Como no es cuestión de “yo creo que no doy”, lo mejor y más fiable es someterse a un test de alcoholemia.
Si piensas que los test de alcoholemia solo se pueden hacer en los controles que lleva cabo la Guardia Civil y DGT, te alegrará saber que no es así. Existen alcoholímetros personales que te ayudarán a conocer tu tasa de alcoholemia aproximada, de forma rápida y sencilla. Gracias a los alcoholímetros podrás determinar si debes coger el coche o aún no. Hay alcoholímetros de usar y tirar, que cuestan menos de 5,00 euros. Existen otros con un coste algo superior (pero asequible) que permiten realizar varias pruebas durante un periodo de tiempo prolongado. Requieren boquillas esterilizadas y que gracias a su uso los sus resultados son más exactos. Ahora piensa ¿cuánto vale tu vida o la de tus seres queridos? ¿de verdad te la vas a jugar por no llevar un alcoholímetro?
En los últimos meses, no solo hemos oído noticias de salidas de vía o choques entre diversos vehículos, también hemos escuchado que varios conductores ebrios han circulado en dirección contraria a gran velocidad por diferentes carreteras de nuestro país. Son los llamados “kamikazes”. No hace falta explicar que las consecuencias de estos actos pueden resultar fatales. El alcohol no solo merma las facultades puramente físicas para conducir, también modifica la conducta humana provocando actitudes bravuconas o absolutamente disparatadas.
Gracias a las campañas de sensibilización, el uso de los alcoholímetros se está volviendo más común. Empieza a ser el accesorio perfecto para llevar en el vehículo, el que nunca está de más. La seguridad al volante es lo más importante. Si sales a comer o cenar por trabajo o con amigos, asistes a una boda, bautizo o cualquier otro evento, incluso simplemente vas a ver un partido de futbol acompañado de unas cervezas, no te la juegues y realiza una prueba de alcoholemia. La responsabilidad marca la diferencia.